Es la historia de una transformación...
Desde joven la artista Ana Zaragozá ha tenido una actitud de búsqueda
y asombro ante la naturaleza. En sus aventuras de la infancia por los
ríos y bosques que la rodeaban, ya creó su propio mundo e
inconscientemente su propia iconografía. La naturaleza era para ella un
lugar de exploración, de valoración del paisaje y de contemplación. Una
actitud que le permitiría desarrollar con el tiempo una profunda
sensibilidad y respeto por el entorno natural que trasladará
posteriormente a su pintura y a sus pañuelos de seda.
Son objetos de lujo nacidos desde los recuerdos y emociones más
inocentes y desde el disfrute de la belleza más esencial. Todo su
trabajo es la expresión de los cambios naturales; ya sean en sus formas,
atmósferas, colores o texturas. Todos ellos plasmados en un tejido
único, fruto así mismo de una de las más hermosas transformaciones de un
ser vivo sobre la tierra.
La crisálida se transforma en mariposa y la seda se transforma en obra de arte.
Hoy, la firma Ana Zaragozá quiere ser voz de un nuevo renacimiento.
Una nueva etapa de búsqueda y de experimentación. Su ideal no es seguir
un modelo, sino confiar en su propio instinto natural, en su intuición.
Una manifestación del goce de la vida, del espíritu, del arte y de la
creatividad contemporánea.